YOLANDA ELSA SOLÍS MOLINA
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EL RUIDO DEL SILENCIO
A esta hora, casi al final del día en
Barcelona, se van apagando los habituales ruidos de la calle.
Persianas que bajan, interrumpiendo el
constante entrar y salir de la gente....
Los corrillos de jóvenes con la
perspectiva de una larga noche gracias al feriado de mañana, sustituyen al
bullicio de los niños jugando a ser estrellas del Barça. Las callejuelas
del Barrio Gótico, son en el día, buenísimas canchas de fútbol, donde con la
indulgencia de los automovilistas, practican...Siempre se asoma alguna
intolerante vecina al balcón de los geranios, con una actitud de desagrado, a
la que los niños, ignoran...
Los nuevos caminantes nocturnos cambian
el panorama planeando el botellón de esa noche...evitando las farolas de Gaudí,
aumentando el nivel de sus voces, a medida que van destapando botellas...
Ya se retiraron de la Plaza de la
Catedral, los circunspectos bailarines de sardana los asistentes a las
ferias de anticuarios de los viernes y sábados y también los paseantes de todos
los días. En este agosto en que los turistas pasean, comen y beben durante todo
el día y la noche para alegría de los comerciantes, cada pieza del paisaje
cumple su función. La vecina malhumorada, el mendigo extranjero, y
la que todo el día limpió mugres ajenas, serán desde su propia cárcel sin
rejas, testigos sin derecho a opinar, a gozar, a vivir. Cada uno de los
sin opinión, podrá descansar en el oscuro rincón al que pertenece, mientras los
que comen, ríen, roban, bailan y se emborrachan los han relegado.
©YOLANDA ELSA SOLÍS MOLINA,
poeta y escritora argentina,
amiga y colaboradora de esta revista "Pluma y Tintero",
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA, enlace al blog:
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