LA FOTO
Imagen de: http://footossinporque.blogspot.com |
Salomé Moltó
Se sentó en el banco con
la cabeza cacha mirando los zapatos ajados que tanto le disgustaban. Metió la
mano en el bolsillo de la chupa y sacó un paquete de tabaco medio vacío del que
sustrajo un cigarrillo, con el mechero lo encendió y empezó a fumar muy lentamente.
Al cabo de varias exhalaciones, levantó la vista y se detuvo mirando el árbol
que, majestuosamente extendía sus ramas más allá del seto. No se oyen los
pájaros, se dijo para sí mismo. Ya en las últimas caladas sus dedos ansiosos se
deslizaron por el bolsillo junto al pecho, de donde sacó una foto bastante
deteriorada, en donde una hermosa y joven mujer vestida de forma pulcra y
sencilla, esbozaba una dulce sonrisa. El hombre la contempló largo tiempo, el
cigarrillo se había consumido. Pasó la yema del dedo por toda la figura
deteniéndose en los labios de la hermosa mujer, pasando el mismo dedo por sus
labios secos y arrugados, una y otra vez. Fue repitiendo el mismo movimiento
mucho tiempo, como si esperase una respuesta. La mujer de la foto era joven y
vestía elegantemente con un vestido de otra época. Él era viejo con una larga y
descuidada melena, con el rostro quemado y encartonado, las manos ajadas. Una
gran melancolía emanaba de aquel descuidado cuerpo. Acercó la foto a sus labios
y la besó largamente y con un gran suspiro se desplomó. La gente cercana al
parque, vio a aquel pordiosero derrumbarse y de inmediato, llamaron a una
ambulancia. Cuando ésta llegó los conductores verificaron que el vagabundo
había fallecido. Lo colocaron en la camilla pero no pudieron sacarle, de entre
los dedos la foto de una hermosa mujer que sonreía. Poco después la enfermera
tiró con fuerza y pudo soltar la foto de entre los enjutos dedos, al tiempo de
tener la sensación de haber sentido un lamento. Miró la foto y miró al difunto
y sin saber porque les dijo a los encargados de la funeraria. .- No dejen de
poner esta foto junto al corazón del fallecido cuando lo acomoden en el ataúd.
Si por algo se separaron, ahora que emprendan juntos el camino de la eternidad.
SALOMÉ MOLTÓ ©, poeta y
escritora española MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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