OPINIÓN: “Sueños de
necesidad y urgencia” - Publicado el lunes 18
enero de 2016 en el diario "La República" del Uruguay
Por Eduardo Sanguinetti,
Filósofo argentino
En conferencia de prensa
de días pasados el presidente Macri, expresó: “Yo sueño que tengamos una
Argentina donde cada uno de nosotros encuentre un lugar donde ser feliz”… creo
que nadie puede estar en desacuerdo con este deseo, más creo que es una frase “feliz”,
pero desgraciadamente lanzada, en tiempos de despidos masivos de trabajadores
de distintas instituciones, culturales, científicas, de medios, etc., por ser
“ñoquis”, “militantes”, entre otros delitos, difícilmente estos seres,
encuentren un espacio laboral, donde “ser feliz”… aún en su condición de
“ñoquis.”
Todo me insta a meditar
en silencio y contestarle al presidente Macri, que, mientras él propone un
modelo de sociedad ¿suave?, ¿dulce?, ¿feliz?, tan sutil como una caricia. La
realidad se entrevé rotunda, agria y dura como una trompada. En el primer mes
del mandato de este presidente, ya hay demasiados eliminados del sistema, sin
vigencia y sin pertenencia.
La sociedad argentina,
sentenciada hoy por un sistema judicial y policial represivo, necrótico y
disfuncional, promueve sus héroes de “cartón”, desde pantallas y redes de la
web, al servicio del simulacro. Un tiempo en que, todo lo que deba hacerse para
borrar el pasado reciente será hecho… sin dejar huellas, para la comprobación
cierta de nada.
Lo que denominamos vida,
guiña su ojo económico y la mesa de enlace no consigue el desenlace y las
renuncias precisas e indispensables, de funcionarios incapaces no llegan.
Me refiero de manera
puntual a los violentos acontecimientos que vienen sucediendo y aconteciendo,
en mi querida Argentina, donde la justicia camina de la mano, de la desmesura y
el anacronismo en acto de confrontar… creo, las provocaciones a una oposición
alerta , con decretos innecesarios y discursos trasnochados, que intentan decir
“algo” acerca de lo que jamás aconteció, nos llevarán a un estado de cosas
indeseable, para quien dice ir en busca de un sitio para ser “feliz”… ¿sarcasmo
presidencial de necesidad y urgencia?, o tal vez, soñar un sueño, devenido en
pesadilla colectiva. Una situación de bajas defensas, perfecta, para el
advenimiento de todo tipo de nostalgias de disciplina o de obsesión de
diferencia: la puerta abierta a fundamentalismos, racismos, academicismos y
mesianismos, camuflados de progreso, cual rutina de existencia degradada de un
ejército de sonámbulos.
Hemos arribado a un
estadio donde la democracia ha tomado perfiles muy difusos. Me parece evidente
que Argentina, está viviendo y soportando, un régimen de dictadura de clase, de
un poder de clase, que se impone desde la violencia, incluso, cuando los
instrumentos de esta violencia son institucionales… hablar de democracia
legítima, carece de sentido.
En este sentido, no solo
el poder estatal o el económico merecen desconfianza, sino todas las formas de
poder ejercidas por un grupo sobre otro deberían ser de inmediato sustituidas
por un grupo colegiado que ejerza en representación la administración del
Estado, al menos mientras se conforma el modo más afín con el que una comunidad
autorreplicante y autónoma pueda crear un mundo a vivir, sin abusos, sin
exclusiones, sin discriminaciones y sobre todo en seguridad de transitar en
“alegría” y “plenitud” lo que se denomina vida.
Un cambio de paradigma en
nuestra condición de ser y permanecer en este planeta, es indispensable.
“Lo importante no es
escapar a la injusticia de los otros, lo importante es no cometer uno mismo una
injusticia”, dice Sócrates. Este acuerdo, pacto decisión, actitud, es el acto
de manifestarse en verdad y coraje, reconociendo al “otro”, para seguir viviendo
en una relación permanente y constante con la verdad, en el desempeño y
práctica de la justicia.
No soy k ni peronista, ni
“macrista” si tiene sentido está nueva tendencia, que acaba de llegar… soy
argentino y anti-burguesía parásita, cobarde, violenta y censora, en función de
gobierno… Soy libre y ético… mi vida habla por mí…
Izquierdas, derechas y
centros, sólo un invento en exteriores para dividir, fragmentar… tenemos una
historia de traiciones, confrontaciones, idas y regresos desastrosos, para que
nada cambie… somos quienes somos, a pesar de que insistan en hacernos desviar
de nuestros rumbos, dirigidos a encontrar un espacio de armonía, paz y amor, en
sueños de libertad, felices de ser y estar en una tierra fantástica, Argentina,
“para todos los hombres de buena voluntad que deseen habitarla.”
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