"Analogía
mórbida" - Feb 19, 2017 | Por:
Eduardo Sanguinetti, filósofo
Debemos
correr el riesgo de ser muy precisos al verificar la realidad, a pesar de
provocar cierto malestar inicial, en el camino de la resistencia para modificar
rumbos, sería hoy el único referente lúcido para preservar el futuro, nuestro
futuro.
Hoy
se impone hablar francamente, sin dobleces, sentir, pensar y decir es la
consigna. No desesperar y soportar con dignidad este tiempo de transición con
lucidez, sin dejarse llevar por la embestida del aparato represor instalado por
corporaciones de estafadores genocidas, ladrones y psicópatas, hoy en puestos
de gobierno, con políticas de exterminio en acto, han eliminado todo lo
maravilloso que tenía la vida en términos de naturalidad y principios éticos de
relación.
Por
lo manifestado, a mi parecer, la historia humana, a través del ruido y de la
ira, a través del ensayo y el error, es una historia presocial. Para salir de
ese estadio hace falta el despliegue de movimientos profundos, como la toma de
conciencia elemental de las primeras verdades y del peligro mortal para nuestra
especie de seguir siendo esclavizados por la pesada bota del neoliberalismo y
sus bestiales referentes.
¿Cabe
alguna duda de que estamos transitando un tiempo sin tiempo, donde la mentira
se ha impuesto como principio y fin de atrocidades cometidas contra pueblos
enteros diezmados, en un afán de “ir por todo”?
Para
no arribar al Armagedón, anunciado en textos sagrados de las más diversas
civilizaciones de todos los tiempos, al que estamos llegando, la única
esperanza es salvaguardar las voluntades lúcidas de este caótico mundo que
habitamos… ellas se ven oprimidas por las denominadas “buenas costumbres”,
“moral habitual”, impuestas por los autodenominados “respetables ciudadanos”,
que no son otros, que la pudibunda e infecta plutocracia y cleptocracia
genocida, siempre en pos de horizontes de decrepitud y sometimiento. Así son
las cosas… indigna pensar como todo ser que rebosa de intuiciones,
premoniciones, sensibilidad y coraje del instante, desprovisto de ambiciones,
ha resultado ser “molesto” y “peligroso”, para esta comunidad infecta,
cotidiana y previsible, llana y ordinaria, asesina y cobarde.
Comunidad,
con “tara” propia de sectas de seres a medio vivir, a medio pensar, a medio
respirar, a medio hacer, a medio disfrutar, que no se contentan con aconsejar,
sino que toman sobre sí la iniciativa irreprimible de censurar y asesinar a
quienes pueden modificar el “estado de las cosas” en que se debate la
humanidad.
En
esta ocasión, escribo con el propósito de hacer justicia a lo maravilloso, de
situar en su justo contexto ese odio hacia lo maravilloso que seres en posición
de poder padecen, esa sensación de ridículo que pretenden atribuir a lo
maravilloso… Acaso, lo esencial no es disfrutar de lo que nos ha sido legado,
ser dueños de nosotros mismos, señores de nuestro tiempo y espacio… ¡ah! y del
amor.
Todo
lo que tiene en su origen un principio de poesía se desarrolla con ‘gracia’.
Sin ser grandes visionarios deviene en meditar el por qué las grandes
civilizaciones de la antigüedad nacieron consagradas por la belleza y
sabiduría.
En
antípodas, si pensamos un poco en nuestra civilización, veremos que jamás ha
sido meditada en términos de belleza, inspiración y poesía. En realidad fue
construida en términos de sumar y multiplicar dividendos, en favor de unos
pocos y en detrimento del pueblo, hambreado y en estado de indefensión, víctima
total de las veleidades de unos pocos ignorantes, bestiales, que degradan el
“sentido de la vida” y la “felicidad”, fin primero y último del ser y estar en
esta tierra.
Ante
el aluvión de informes, notas y realidades fabuladas de medios de publicidad,
un espectáculo travestido de la vida entre bambalinas, que proyectan las
miserias de los poderosos, de los impotentes militantes de la mentira, los
agoreros de la estafa… ante esta visión, pareciera que no existe un sitio donde
retirarse, a no ser que permanezcamos quietos, inmóviles. Si llegáramos a
hacerlo, sin perder el equilibrio, sin dejarnos llevar por la embestida, puede
ser que seamos capaces de controlarnos y de esa manera actuar, en el preciso
instante en que sea preciso.
Desde
el momento de despertarnos, hasta el de acostarnos, todo es una farsa, una
vergüenza, una estafa, todo el mundo lo sabe y todo el mundo colabora con la
perpetuación del fraude. Sin dudas por esto les es tan fácil a los poderosos
psicópatas que gobiernan el mundo, organizar guerras y cruzadas contra el
vacío.
Ante
el paroxismo, legitimado en acciones nefastas para la vida en relación de los
pueblos, hechas efectivo en acto por gobernantes hoy en función, estafan y
roban en las arcas del Estado, negocian todo, eliminan la historia, acciones,
que instan a nosotros, ciudadanos libres, valientes y éticos a denunciarlos,
exigiendo renuncien a sus cargos, sometiéndolos a la justicia, pareciera hoy,
ausente y a las más duras penas que les corresponden; pero, están blindados.
¿Qué hacemos entonces? Tantos cómplices en las ciudadelas del poder, que es
feo, sucio y asesino, mafias enquistadas en los poderes.
Notamos
a través de ciertos signos el fin de una época, la frivolidad, la idiotez, el
anestesiamiento, la cobardía, el embotamiento, como también la aceleración, la
inflación, la mentira, la masturbación, pues los pueblos se masturban
espiritualmente, si se sienten satisfechos con las promesas de los ignorantes
que gobiernan, descuidando la cristalización de esas promesas. En primer lugar,
la publicidad ha prostituido los modos de vida de la humanidad, una forma
degenerada de la revelación, la única que puede concebir el pensamiento mercantil,
luego, la masturbación convertida en método se ha extendido a todos los
espacios del acontecer de nuestra civilización, en proceso de demolición.
Pertenecen
definitivamente al pasado, se han muerto sin dejar descendencia, fenómenos
tales como el desarrollo paulatino de los talentos, su lenta maduración
natural… los nombres de grandes hombres y mujeres del pasado, que jamás han
sido ricos, salvo en ideas e ideales, ya no son más que sonidos vacíos de
significado; las nuevas generaciones están siendo entrenadas en las lides de
acumular, delinquir, sumándose a tendencias prostibularias, devenidas en
ceremonias donde el narcisismo a ultranza y el egoísmo, tienen sitial de honor.
Nos
encontramos en una guerra de fuegos cruzados, en la que nadie sabe ya, quién
mira a quién… y la realidad relatada por “diva centenaria”, fan de milicos
genocidas, tiempo de mentirosos y fabuladores, defendiendo terrorismo de estado
y dictaduras atroces. Tengo muy buena memoria, amo la verdad y me niegan
pantalla y micrófono.
En
fin, cada uno sabrá si siguen permitiendo ser humillados por los impotentes
poderosos, espero hagan valer su dignidad en libertad, pues, no da para más el
estado de degradación y explotación al que estamos expuestos.
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