"Tres
años selfies" - Por Eduardo Sanguinetti (*), especial para NOVA - 10 de
diciembre de 2018
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dic. a las 0:51
El gobierno de Macri - Tres años selfies
Eduardo Sanguinetti, filósofo argentino. |
Por Eduardo
Sanguinetti (*), especial para NOVA
Se
cumplen tres años del gobierno de Mauricio Macri, ocupando un
sitial de honor para el cual, según el parecer de innumerables especialistas en
política del planeta, no estaba capacitado, ni en bagaje de
idoneidad-conocimiento-responsabilidad, ni en la sensibilidad que lo haría
sentir y pensar al pueblo, a quien se debe por entero, en acto de administrar
una Nación, la República Argentina.
En
estos tres años de soportar mentiras, fraudes, represión (latiguillo de la
campaña para las elecciones de 2019), ignorancia y total ausencia de
conocimiento sobre las prisas de una comunidad mansa, no quedan dudas de que
los especialistas en política del mundo no se han equivocado. Solo me remitiré
a la acuñada frase de campaña electoral de Macri del 2015: "Pobreza
0", devenida en el peor humor noir de un presidente blindado, ignorante y
mitómano. Millones de niños en estado de pobreza, denunciados por la UNICEF,
bastan para desenmascarar la "gran mentira".
Sin
el pueblo paciente y temeroso, por cierto, que le ha concedido el voto, Macri
no sería nada más que un "vago" recuerdo. La voz de un pueblo
ignorante de sus derechos y garantías, como el argentino, debería ser
escuchada, por Macri y sus "amigos" no como algo lejano e intangible,
sino como la voz que clama en silencio y miedo una vida en alegría y libertad,
pero sin jugarse por una democracia real y concreta.
Hoy
el pueblo en estado de anestesia no es oído ni tenido en cuenta, como queda
demostrado en el día a día por el penoso transitar de millones de ciudadanos,
hambreados y reprimidos, sin concreta voluntad de hacer valer sus derechos
constitucionales, hoy en jaque.
Solo
el imaginario popular, un relato casi imaginario para este presidente tan
limitado en su hacer y tan funcional a los intereses de los ricachones
parásitos conforma el guion de un film de "terror" que se está
produciendo, del cual somos actores y espectadores. El miedo que ha caído como
una red sobre Argentina elimina la libertad de sentir, pensar y actuar, y quien
vive con miedo es un esclavo, un ser sin pulsión de vida.
“Argentina
hoy llora con miedo” por una historia perdida en su carácter de ciencia
objetiva, comprobable, para adquirir el carácter de discurso: un nuevo tipo de
relato cercano a la escritura de ficciones, aplicable a las oportunistas
informaciones del aparato de medios, que opera dibujando una realidad inversa,
en la voz de rentados informantes de realidades obtusas, fabulando lo que jamás
ha tenido sitio ni espacio y blindando, silenciando, los desaciertos cotidianos
de Macri y su Corte de los "milagros".
Todo
pintado de amarillo, color asociado en Occidente a la desvalorización y
perturbación; amarillo asociado al color de la bilis y la ictericia, lo que
representa desenfreno, como la mentira, la traición y el desorden para Oriente.
Frente
a la imposición del olvido y a la reconciliación amnésica del relato del poder,
muchas de los mejores escritos de los últimos años, en Argentina, ejercieron
una obstinada interrogación sobre la historia nacional y una polémica, en
ciernes, cuando se silenciaba la voz de quienes clamaban con el relato
histórico, no ficcionalizado: los memoriosos.
Juicios
y parcialidades, víctima a cada instante de sus repugnancias y fantasmas a los
que convoca este presidente, arriesga a torcer la proa de una historia, la
Argentina, ya de por si degradada, en su ficcionalización, en “la sombra de una
grotesca representación”, con la aprobación de funcionarios de toda especie,
traidores y cobardes, que han pactado y pautado, a espaldas de un pueblo, el
devenir de un tiempo de "entrega y sumisión".
Tendrá
alguna idea este presidente que el núcleo sustancial y esencial del “drama
argentino” es construir desde la educación una cultura de excelencia, desde la
universidad, los colegios públicos y centros culturales, reflejados en un
profesorado que garantice idoneidad, capacidad y rigurosidad ante la emergencia
del instante, a un estudiantado dinámico y con ánimos de sentar las bases de
una política de autodeterminación y emancipación cultural.
¿Con
qué finalidad e impericia evidente, intentan gobernar, estos funcionarios-funcionales
enviados del olimpo financiero? Deviene lo anterior en una cobarde y
oportunista intolerancia frente a cualquier manifestación original, en todas
las expresiones que conforman la cultura o del disentimiento crítico
sustentable, con apoyo teórico idóneo que representa el “peligro” de una
discusión seria al volver a poner en juego algunos valores, revolucionando, en
giro de 180º, al estado de las cosas.
Se
trata de preparar nuestras mentes para el combate vital por la lucidez, sin los
inútiles candidatos de siempre y eso significa que hay que estar siempre
buscando cómo conocer el propio acto de conocer, haciendo de lado privilegios
que reciben legisladores bien rentados, que ya no se representan ni a sí
mismos, en nombre de la democracia y el orden vetusto, que ya no tiene espacio
para quienes somos herederos legítimos de una tradición, donde el conocimiento
implica responsabilidad y el pensamiento tenga un sitio de honor en la vida de
nuestra comunidad.
(*)
Filósofo argentino
---o0o---
"Diestra
y siniestra" - Por Eduardo Sanguinetti (*), especial para NOVA - 6 de
diciembre de 2018
Eduardo Sanguinetti, filósofo argentino. |
En
el prólogo intentado de este editorial, deseo comentar con cierto asco, que los
jefes barrabravas viajan cómodamente, en primera clase, al partido de la final
negociada de la Copa Libertadores en Madrid, que jugarán River- Boca... una final
"absurda" e "indignante", con buenos dividendos para los
mercaderes articuladores del devenir del deporte de multitudes... El fútbol hoy
no tiene nada que ver con la concepción de deporte en el sentido clásico. No en
cuanto a todo lo que fomenta el negocio en manos de entidades dirigidas por
inescrupulosos empresarios, que como objeto de cambio esclavizan a jugadores
(gladiadores rentados del tercer milenio) convertidos en profesionales,
sometidos a las mismas tensiones de un ejecutivo de una multinacional.
Tampoco
en cuanto a multitudes apasionadas, cegadas hasta el infarto en las gradas,
presencia de barras bravas incluidas con toda su violencia al servicio de los
empresarios del espectáculo. No olvidemos a árbitros que pagan un domingo de
celebridad exponiendo su persona a insultos e injurias, y a los fanáticos que,
ya finalizado el show, hacen asomar sus banderines por las ventanillas del
ómnibus sobrecargado, que los devuelve a la realidad de su hogar, familia o
soledad.
Sensación
de “orfandad” muy concreta se siente en Argentina en los social, político y
cultural... con la economía aún en el piso y la "mano dura" propuesta
por Jaime Durán Barba y acatado obedientemente por Patricia
Bullrich, siguiendo la tendencia fascista, hoy en alza: el nuevo relato del
gobierno de Mauricio Macri... Sensación de violencia se palpa y es
latente en Argentina, mi país… se percibe de manera clara la falta de verdad,
la ignorancia, la agresión, la justicia ausente, la desazón, la contaminación
real y metafórica, la eliminación de la libertad de expresión. Se reprime y
silencia a los que piensan diferente y también a los que piensan… parece que la
consigna es: “no pensar”, “ser leve”, “mentiroso”, “traidor” y “cobarde”.
Mentir,
acusar, descalificar, agredir, difamar, culpabilizar, dictaminar, decretar y
expulsar mintiendo, siempre la mentira cual signo de administraciones
cacofónicas, marcan la tendencia de comportamiento de los “neo-salvadores de
países para pocos”…Un tanto confundido, escéptico, pero consciente en intuición,
no dudo ya que existen pactos a espaldas de los pueblos, nada queda librado al
azar. De otro modo no se concibe tanta impunidad de la plutocracia que manipula
el destino de Argentina, por ejemplo, entre tantas naciones en deriva... la
mentira convertida en pasión de los traidores, que reivindican la verdad
mintiendo... hoy se la define como posverdad, tendencia de estafadores
gobernantes y burguesías bestiales.
Por
poca relación que se tenga con la desdicha y el sufrimiento, se puede notar que
mi rebelión es la del ser acribillado por el milagro del recuerdo de mejores
tiempos, donde la basura era basura y los ángeles... jamás me sacrificaré a
intereses de unos pocos delincuentes, que no son los míos, a poderosos
ignorantes que reprimen e imponen criterio desde sus burbujas de graso papel
moneda, aplaudidos por millones de ciudadanos cobardes y alcahuetes,
descendientes de aquellos que seguían a Mussolini, Hitler o Franco.
Bien
pude sentir que mi suerte y la de tantos, era la del futuro que habíamos anticipado,
un espacio luctuoso, donde los administradores de miseria, triunfarían en su
tarea escatológica, de encarnizamiento con el pueblo, castigándolo de la manera
más vil, por hobby o simplemente asimilados a las patologías instaladas en su
ADN.
Durante
este período de gobierno PRO, la crisis estructural que ya venía padeciendo
Argentina, se acentúa y llega a su punto más crítico... mi ausencia de
esperanza, es la falta de esperanza de todo un pueblo y mi sentimiento de
frustración, es el sentir de gran parte de la élite intelectual de este país.
Los
entretelones de una de las etapas más dramáticas de la historia argentina, han
comenzado su derrotero hace unos años, y yo, cual protagonista de este tiempo
de mercaderes de la muerte, experimento una vez más el encuentro ansiado de mi
objeto de búsqueda: dar sentido a mi existencia, a través de la palabra
escrita, del arte, de los manifiestos que se replican sin descanso, madurando a
su modo y a su propio ritmo... el proceso liberador puede comenzar en cualquier
espacio y tiempo: sólo basta el deseo de llevarlo a cabo, aun siendo silenciado
y amenazado, por los sicarios que deambulan por la Argentina de una sola
estación... soy la metáfora de la liberación, mal le pese a quién le pese, no
de un país o un hombre en particular, sino de toda Latinoamérica... la historia
es un vehículo para expresar mis convicciones, preocupaciones y esperanzas
escondidas.
Se
ha construido en estos años una subjetividad donde a los disidentes se los
califica en el mejor de los casos de locos... a estafadores y corruptos como
impecables artífices del milagro financiero y a los cobardes-traidores,
encarnados en la denominada oposición y mercenarios mediáticos, como
"prodigios" de la vida en relación.
La
mutación de los seres que transitan por las laderas sinuosas de este tercer
milenio desideologizado, deviene en una tristeza infinita al ver nuestros
sueños eliminados por aberrantes personajes, que han hecho del horror concreto
y real un arma letal, que se aplica sobre una comunidad, ya de por si temerosa
y banal en su espantosa existencia ficcionalizada, remitida a visualizar en TV
lo que creen es la existencia real, el horror aberrante de una vida signada por
el mandato de psicópatas criminales en este espectáculo atroz, que pareciera no
tiene fin.
Las
estructuras tecnologizadas, sin ningún contacto con la realidad tienden a
desbaratar cualquier intención de modificar el siniestro rumbo que ha tomado la
vida de los pueblos, impidiendo todo entendimiento, silenciando el libre curso que
debe tener el conocimiento en estado puro, nuestro idealismo agredido y
violentado por los teóricos corporativistas de la dictadura ultraliberal, que
ha sentado reales en una Argentina en estado de anestesia, sin réplica a los
cimbronazos lanzados por un gobierno de financistas offshore... ¿quién lo
hubiera imaginado?
En
toda esta trama de traiciones veladas, de artificios instalados para esconder
la trampa, se manipula el estado de ¿derecho? paquidérmico al universalizar
soluciones a problemas endémicos, a modo de consuelo de un pueblo con
beneficios de limosna, o ¿soborno? Se sepulta así, el sentido de República y se
elimina su destino.
Hemos
aprendido que la estupidez es insondable, no tiene límites, es infinita. Me
pregunto: ¿a qué hay que volver o ir, a la desesperación, al escepticismo ya
existente o al exilio involuntario? Mezcla de huida, de equívoca esperanza en
un ¿regreso sin gloria? ... Cualquier ciudadano inteligente, sin miedo y con
memoria, puede ver el futuro de Argentina, es como un huevo de serpiente. A
través de la fina membrana se puede distinguir un reptil ya formado... El
huevo de la serpiente (Ingamr Bergman dixit), transmite la idea de que la
depresión económica y social, el miedo generalizado y la indiferencia ante la
injusticia siembran la semilla de lo que vendrá... nada funciona bien, salvo el
miedo.
Por
Eduardo Sanguinetti. Filósofo, poeta y performer argentino, especial
para NOVA
---o0o---
"Entretelones
de la caída" Eduardo Sanguinetti, filósofo, poeta y performer argentino -
4 diciembre, 2018 - Prensa News Palermonline
Si
sobre el filo de la revolución de 1789 un incendiario como Sade, proclamaba
todavía: "Franceses, un último esfuerzo si queréis ser libres", 229
años después, para mí ya no hay esfuerzo que valga. Todo se ha perdido
irremediablemente, sólo quedan la cloaca y la puerta estrecha del mundo
virtual, tan acotado en sus fines colaboracionistas con el poder criminal y las
"focas" aplaudidoras.
Por
poca relación que se tenga con la desdicha y el sufrimiento, se puede notar que
mi rebelión es la del ser acribillado por el milagro del recuerdo de mejores
tiempos, donde la basura era basura y los ángeles... jamás me sacrificaré a
intereses de unos pocos delincuentes, que no son los míos, a poderosos ignorantes
que reprimen e imponen criterio desde sus burbujas de graso papel moneda,
aplaudidos por millones de ciudadanos cobardes y alcahuetes, descendientes de
aquellos que seguían a Mussolini, Hitler o Franco.
Bien
pude sentir que mi suerte y la de tantos, era la del futuro que habíamos
anticipado, un espacio luctuoso, donde los administradores de miseria,
triunfarían en su tarea escatológica, de encarnizamiento con el pueblo,
castigándolo de la manera más vil, por hobby o simplemente asimilados a las
patologías instaladas en su ADN.
Durante
este período de gobierno PRO, la crisis estructural que ya venía padeciendo
Argentina, se acentúa y llega a su punto más crítico... mi ausencia de
esperanza, es la falta de esperanza de todo un pueblo y mi sentimiento de frustración,
es el sentir de gran parte de la élite intelectual de este país.
Los
entretelones de una de las etapas más dramáticas de la historia argentina, han
comenzado su derrotero hace unos años, y yo, cual protagonista de este tiempo
de mercaderes de la muerte, experimento una vez más el encuentro ansiado de mi
objeto de búsqueda: dar sentido a mi existencia, a través de la palabra
escrita, del arte, de los manifiestos que se replican sin descanso, madurando a
su modo y a su propio ritmo... el proceso liberador puede comenzar en cualquier
espacio y tiempo: sólo basta el deseo de llevarlo a cabo, aun siendo silenciado
y amenazado, por los sicarios que deambulan por la Argentina de una sola
estación... soy la metáfora de la liberación, mal le pese a quién le pese, no
de un país o un hombre en particular, sino de toda Latinoamérica... la historia
es un vehículo para expresar mis convicciones, preocupaciones y esperanzas
escondidas.
Se
ha construido en estos años una subjetividad donde a los disidentes se los
califica en el mejor de los casos de locos... a estafadores y corruptos como
impecables artífices del milagro financiero y a los cobardes-traidores,
encarnados en la denominada oposición y mercenarios mediáticos, como
"prodigios" de la vida en relación.
La
mutación de los seres que transitan por las laderas sinuosas de este tercer
milenio desideologizado, deviene en una
tristeza infinita al ver nuestros sueños eliminados por aberrantes
personajes, que han hecho del horror concreto y real un arma letal, que se
aplica sobre una comunidad, ya de por si temerosa y banal en su espantosa
existencia ficcionalizada, remitida a visualizar en TV lo que creen es la
existencia real, el horror aberrante de una vida signada por el mandato de
psicópatas criminales en este espectáculo atroz, que pareciera no tiene fin.
Las
estructuras tecnologizadas, sin ningún contacto con la realidad tienden a
desbaratar cualquier intención de modificar el siniestro rumbo que ha tomado la
vida de los pueblos, impidiendo todo entendimiento, silenciando el libre curso
que debe tener el conocimiento en estado puro, nuestro idealismo agredido y
violentado por los teóricos corporativistas de la dictadura ultraliberal, que
ha sentado reales en una Argentina en estado de anestesia, sin réplica a los
cimbronazos lanzados por un gobierno de financistas offshore... ¿quién lo
hubiera imaginado?
No
olviden que el enemigo es inmortal, se replica en funcionarios de todas las
especies y colores, incluso lo encontramos en ámbitos aparentemente aislados del
mundillo de la política, como los faranduleros, que conforman el cabaret en que
se ha convertido este país.
---o0o---
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