Entre 2009 y 2016
editó una treintena de antologías de versos.
Entre 2008 y 2016
editó medio centenar de volúmenes colectivos de temas historiográficos,
filosóficos y literarios.
Entre 2009 y 2016
se publicaron sus libros: El pragmatismo analítico italiano de Mario Calderoni
(IF Press); La ontología cívica de Eraclito d'Efeso (Limina Mentis); Grecità
marginale e suggestioni etico/giuridiche: i Presocratici (IF Press), Libertà in
frammenti. El punto de inflexión de Benedetto Croce en Ética y política
(deComporre) y el Pragmatismo analítico italiano (Limina Mentis) de Giovanni
Vailati.
Es codirector,
junto con Ambra Simeone, de Il Guastatore – Quaderni «neon»- Es codirector,
junto con Ambra Simeone, de Il Guastatore – Quaderni «neon»-avant-garde.
Es director de
L'Arrivista.
Es director
ejecutivo de la revista internacional Información Filosófica.
Desde
2018 abandoné toda forma de escritura: gané el Premio Raduga, Montano y Strega.
Fui incluido por Alberto Bertoni en el Atlas de los poetas italianos
contemporáneos. Estuve incluido en Gradiva una docena de veces. Mis versos
están traducidos al francés, inglés, español, macedonio, griego, albanés,
serbio, bosnio, croata, esloveno, rumano, búlgaro, ruso, azerbaiyano, uzbeko,
Kirguís, tayiko, hurdu indio, hindi indio, bengalí y árabe.
Colaboro
con revistas albanesas, griegas, kosovares, macedonias, croatas, serbias, bosnias,
eslovenas, húngaras, rumanas, checas, rusas, francesas, españolas, portuguesas,
estadounidenses, africanas, indias, bangladesíes, árabes, ucranianas y
sudamericanas de noventa y siete naciones.
Creo
firmemente en el internacionalismo.
No
soy un aficionado: hasta 2018, con mi NeoN-Avangardia y mi Antimanifiesto,
firmado por Bauman, Eco, Barberi Squarotti y muchos otros académicos/artistas,
fui uno de los principales autores del mundo del arte contemporáneo
internacional.
En las traducciones de mis versos, que se han escapado
como la peste incluso de los traductores oficiales, siendo -como sólo se puede
notar si se entiende el original italiano- textos compuestos de rimas
imposibles, dialectos, lenguas mixtas, calembour y juegos de palabras continuos
y reiterados. El único traductor que logró traducir algunos de mis versos es
Pierre Lamarque.
Pero, Pierre sólo sabe diez idiomas. Puedo
escribir en veinticinco idiomas jurídicos del mundo. El lenguaje técnico del
derecho es diferente del lenguaje técnico del arte cuando tengo obras nuevas
inéditas los envío a mi equipo de traductores: Pierre Lamarque en Francia,
Manfred Malzahn en Alemania, Miguel Ángel en Finlandia, Zviko
Ivkovic en Serbia, Gusayev en Rusia, Marx Bauza
en Argentina, dos nombres irrepetibles en Bangladesh y Arabia Saudita,
etc...
Este equipo, al que llamé Proyecto I.v.a.n, mira mis
textos y comprueba que no haya tonterías. De esta manera pudimos traducir al
pastún, persa, mongol o kurdo.
Quería contarles esta historia porque se considera
divertida y curiosa en todas las zonas del mundo.